Introspección

Que no. Que ya sé que no está nada bien eso de mirarse al ombligo y creer que somos el centro del Universo, porque no lo somos. Sin embargo…

¿Conocéis a muchas personas capaces de quedarse impertérritas ante un alud de elogios y parabienes?

Bueno, yo intento racionalizar estos sentimientos y pensar fríamente. En general no son más que muestras bienintencionadas de amigos y gente que me estima y que quiere hacerme sentir bien pero… ¡Joder, lo bien que me sientan! Para qué decir lo contrario si tampoco vais a creerme.

Lo cierto es que en estos días, después de lanzarme a la aventura de publicar Cuando pase la tormenta, mi vida atraviesa por una terapia de autocomplacencia en vena. Ahora veréis los porqués.

Primero fueron las dos primeras críticas (de las que ya dejé constancia en entradas anteriores), luego vino mi primera entrevista, que me solicitó una noche a horas intempestivas Isabel Marcos para su blog Cazadores de Quimeras. Aún no me había hecho a la idea de ser el entrevistado en lugar del entrevistador, cuando de pronto recibo un correo electrónico de una colaboradora de la revista RomanticaS.

Y todavía se disculpaba… «Jo, Lucía —me decía—, querría saber si no te importaría conceder una entrevista. Pero es que me da hasta apuro preguntártelo, porque será muy pequeñita; casi no tenemos espacio. Solo una página». ¡Pero será boba! ¿Acaso no sabe lo que supone una página en una publicación? Por supuesto no le hice la ola porque, al fin y al cabo, a través de e-Mail no iba a verme.

Medio abducida por la sorpresa respondí al cuestionario que me envió y, bueno, ayer me despierto con los resultados. ¡Si hasta han tenido la delicadeza de hacer una composición publicitaria, a página completa! Pero eso no es todo, han colocado el preciosísimo cartel en una página impar, que según las leyes de la publicación es donde primero va la vista del lector —a la derecha—. Echad un vistazo y veréis lo bonito que ha quedado, por favor.

Y hoy, ¡otra sorpresa! Es que esto es un no parar.

Resulta que el portal de literatura romántica Románticas al Horizonte ha tenido el detallazo de confeccionar el calendario del próximo mes de octubre, y lo han ilustrado con la portada de mi novela. ¡Es la leche! Tiene hasta un link de descarga…

Sí, ya sé que por mucha adrenalina intravenosa que me estén inoculando, nadie se va a descargar el archivo —aparte de mí misma, por supuestísimo—, pero yo estoy que no me lo creo y lo he puesto de fondo de pantalla en mi ordenador.

Así que… Entenderéis que a cualquiera en mi situación se le vaya un poquito la olla, ¿verdad? Entre todas me están haciendo una mujer…

Y aunque esta semana había decidido no escribir nada, porque ya me había reportado, tal y como os prometí, con dos entradas en la sección de escenas de Cuando pase la tormenta, supongo que disculpareis que me salte mis propias normas.

Eso sí, prometo digerirlo como una adulta. ¡Palabra de honor! Y si por casualidad veis que se me va la pinza, tenéis permiso para darme una colleja cibernética por ilusa.

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